Sea en los estados del norte o en nuestro territorio caribeño de los Estados Unidos, allá y acá, la democracia será tan fuerte, buena y estable como sus ciudadanos quieran hacerla, escribe Orlando Parga
Sea en los estados del norte o en nuestro territorio caribeño de los Estados Unidos, allá y acá, la democracia será tan fuerte, buena y estable como sus ciudadanos quieran hacerla, escribe Orlando Parga
En los estados de la unión norteamericana, a los que miramos con un alto grado de envidia y cuyo ejercicio democrático con tanta frecuencia nos ponemos de ejemplo a seguir, ocurre hoy un fenómeno que nos debe poner a pensar. Si bien la democracia estadounidense es la más funcional, estable y permanente del mundo entero no puede ignorarse la realidad de que hoy está bajo el asedio de un radicalismo soez que pretende desarraigarla bajo el palio de la incultura “trumpetista”. El presidente Donald Trump, que el 6 de enero de 2021 intentó un golpe de estado y que abiertamente otra vez busca el poder con la perversa intención de abolir nuestras garantías constitucionales y de perseguir a sus adversarios, que descaradamente exhibe ínfulas de dictador, que amula a Hitler con la teoría de que el inmigrante contamina la raza; cada día goza de mayor respaldo de amplios sectores radicalizados y las encuestas lo proyectan como un posible ganador en las elecciones presidenciales de este año.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: