Aquellos en el PNP y el PIP (y hasta el PPD) que piensen que la primera prioridad es dejar atrás la colonia, deberían rechazar la lógica colonial de la oficina del Comisionado Residente, escribe Jaime Lluch
Aquellos en el PNP y el PIP (y hasta el PPD) que piensen que la primera prioridad es dejar atrás la colonia, deberían rechazar la lógica colonial de la oficina del Comisionado Residente, escribe Jaime Lluch
¿Debería existir la oficina del comisionado residente en Washington, D.C.? Es una figura atípica, extraña, indigna y anti-democrática. Tiene derecho a hablar, pero no tiene derecho al voto y es una burda caricatura del derecho político fundamental a la representación. El componente crucial de la ciudadanía liberal-democrática es el derecho al voto y en situaciones donde el pueblo no tiene esta oportunidad, en el mejor de los casos son extranjeros en su propia tierra o (peor) sujetos coloniales.
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