Además de ser un potencial alivio al bolsillo, el crédito contributivo por gastos veterinarios que se discute en la Legislatura podría servir de estímulo para un mayor cuidado preventivo de la salud de las mascotas entre quienes se limitaban a procurar esos servicios debido a su costo, coincidieron veterinarias consultadas por El Nuevo Día.

Tanto la presidenta del Colegio de Médicos Veterinarios de Puerto Rico, Sheila Vega Zambrana, como la veterinaria Adriana Luna, favorecieron el Proyecto de la Cámara 1409, que concedería un crédito de hasta $500 al año por contribuyente, siempre y cuando se presente evidencia de gastos veterinarios de $1,500 o más.

“Hay personas que, muchas veces, aman a sus mascotas, pero limitan sus visitas por falta de dinero, y (dicen) ‘si no es una emergencia, no vamos a llevar al animal’. Muchas veces, en las emergencias, es que fallecen los animales”, expresó Luna.

La medida fue aprobada esta semana en la Cámara de Representantes, y ahora debe ser considerada por el Senado.

Vega Zambrana afirmó que, al Colegio -que representa a 350 veterinarios activos-, le complace el proyecto, pues entiende que ayudará a muchos a brindar cuidado médico a sus mascotas domésticas.

El Proyecto de la Cámara 1409 enmendaría el Código de Rentas Internas para establecer un crédito contributivo de hasta $500 anuales por gastos incurridos en el cuidado médico de la mascota. Para cualificar, los individuos deberán tener gastos de $1,500 o más, y proveer evidencia de los desembolsos con recibos, facturas u otros métodos de pago.

La legislación define “mascotas domésticas” como aquel “animal de compañía perteneciente a especies que crían y poseen tradicional y habitualmente los seres humanos, con el fin de vivir en domesticidad en el hogar, así como los de acompañamiento, conducción y ayuda”. Los servicios que pueden deducirse deben ser provistos por un veterinario autorizado por la Junta Examinadora de Médicos Veterinarios para ejercer en Puerto Rico.

Entre los servicios que podrían estar sujetos al crédito, figura “la prevención, diagnóstico, tratamiento, procedimiento quirúrgico, corrección, cambio, alivio de cualquier enfermedad, deformidad, defecto, lesión u otra condición física o mental en los animales”.

La pieza legislativa advierte que un individuo no podrá beneficiarse del crédito contributivo más de una vez por año fiscal. De convertirse en ley, la medida entraría en vigor para el periodo contributivo de 2025.

En su exposición de motivos, el proyecto de ley destaca los beneficios de las mascotas para la salud mental de las personas pero, al mismo tiempo, lo onerosos que pueden ser los gastos veterinarios.

Por ejemplo, indica que las esterilizaciones de perros pueden fluctuar entre $80 y $155, y entre $55 y $100 la de los gatos. En tanto, las vacunas podrían costar entre $50 y $70 por dosis y $30 mensuales en medicamentos preventivos para el corazón.

La veterinaria Luna explicó que, en Puerto Rico, no hay precios fijos y que los costos de los servicios veterinarios varían por área geográfica. La visita al veterinario puede costar entre $20 y $50, pero a ello se le suma el costo de pruebas diagnósticas, de rutina, vacunas, medicamentos.

“Yo trabajo en diferentes clínicas, y el precio varía. En Coamo, es diferente al de San Juan y al de Caguas. Pero sí, mínimo, $200 siempre uno gasta cuando pisa un veterinario”, consignó la profesional, quien enfatizó en la medicina preventiva.

“Esa medicina preventiva es esencial, y en Puerto Rico no se ve mucho por el alto costo de los veterinarios. [...] Poder reflejar ese gasto puede servir de impulso para que las personas visiten una clínica veterinaria sin ese miedo. Ojalá así sea”, opinó. Al mismo tiempo, resaltó la importancia de que las personas conozcan y consideren adquirir un plan médico para sus mascotas.

Mientras, la doctora Vega Zambrana manifestó que las personas dueñas de mascotas han acogido bien este tipo de propuestas, pues “muchas más personas están teniendo mascotas antes que hijos”, y estos animales se convierten en familia.

Con ambas profesionales, coincidió el representante Ángel Matos García, autor del proyecto de ley, quien opinó que representa “un estímulo” para mantener las mascotas saludables, y se mostró esperanzado en que sea aprobado antes del 25 de junio, último día de aprobación de medidas de esta sesión ordinaria que, a su vez, es la última del cuatrienio.

“Yo confío en que, antes del 25 de junio de este año, siendo la última sesión, podamos tener una medida de consenso para poder llevar al señor gobernador”, expresó el portavoz de la mayoría del Partido Popular Democrático (PPD).

El proyecto de ley fue presentado el 29 de junio de 2022, y casi dos años después -el pasado martes- la Cámara de Representantes dio un voto unánime para que siguiera su trámite hacia el Senado.

Matos, quien representa el distrito 40 de Carolina, comentó que ha estado trabajando, en conversación con la Cámara, el Senado y el Ejecutivo, “para poder llegar a la Junta de Supervisión Fiscal y que haya un entendido que pueda mantener la viabilidad de la propuesta, porque la Junta, de origen, siempre va a decir que es incompatible con el plan fiscal”.

El senador Juan Zaragoza, quien preside la Comisión de Hacienda del Senado, que evaluaría ahora la pieza, anticipó que, como parte de ese proceso, solicitará comentarios del Departamento de Hacienda y el análisis de impacto fiscal de la Oficina de Presupuesto de la Asamblea Legislativa.

“Reconozco que, al igual que yo, muchas personas ven a sus mascotas como parte de la familia y les podría interesar un crédito por el equivalente a los gastos médicos. Ahora bien, nos corresponde tener claro cuánto esta exención le costaría al fisco para poder tomar una decisión responsable”, sentenció el senador popular.

Durante la evaluación en vistas públicas en la Cámara de Representantes, el Departamento de Hacienda expuso algunas dudas respecto al lenguaje del proyecto. De acuerdo con la ponencia que firmó el exsubsecretario Ángel Pantoja Rodríguez, la medida “no limita a una mascota por crédito, por lo que provoca incertidumbre sobre si la intención legislativa es que se pueda tomar más de un crédito por la misma mascota o por mascotas adicionales, en caso de que en la planilla existe más de un contribuyente”.

Asimismo, aunque el funcionario consideró que la pieza no ponía a la agencia “en posición de conocer cuánto es el gasto exacto por servicios veterinarios en Puerto Rico”, indicó que, al estimar que el 25% de 1.6 millones de hogares tienen mascotas -utilizando los gastos veterinarios informados en el Impuesto sobre las Ventas y Uso- “el efecto fiscal estimado del crédito” sería de unos $80 millones anuales.

La agencia también recalcó que “todas las reducciones de impuestos, o aumentos en deducciones contributivas, deben ir acompañadas de medidas específicas dirigidas a compensar la pérdida de ingresos. Esto, para garantizar el principio de neutralidad fiscal”.

Sin embargo, la Oficina de Presupuesto de la Asamblea Legislativa estimó el impacto fiscal de la pieza en -$1.7 millones para el año fiscal 2024, de acuerdo al informe positivo que recibió el proyecto.

El Nuevo Día solicitó comentarios de la JSF sobre la iniciativa. No obstante, la portavoz del ente fiscal, Sylvette Santiago, informó que, “hasta que la medida no culmine su trámite legislativo”, no podrían emitir un análisis completo.