“Hay códigos de hombres, aquí las mujeres no cuentan”.

Las expresiones de Lupillo Rivera en uno de los Posicionamientos más intensos vividos hasta el momento dentro de “La casa de los famosos” fueron fuertemente criticadas entre los fanáticos del programa, abriendo el paso a la discusión sobre el machismo de la temporada más polémica de Telemundo.

El Nuevo Día conversó con la psicóloga Irma Torres para conocer cómo este tipo de comentarios y comportamientos en programas televisivos puede perpetuar la problemática del patriarcado en la sociedad.

Para Irma Torres, el fervor por este tipo de formato televisivo se debe a lo llamativo que puede llegar a ser para algunos espectadores el drama, las situaciones y los chismes que suceden con los protagonistas de como bien llaman “una telenovela de la vida real”.

“Si lo miramos desde una perspectiva social, a muchas personas les llama la atención porque se sienten de alguna manera identificados, ya sea por la nacionalidad, situaciones y admiración”, expuso la doctora.

Sin embargo, mucho de lo que sucede en los “reality shows” son un reflejo de la sociedad en la que vivimos, como un tipo de micro-cosmo. “Por eso es preocupante este tipo de aseveraciones”, agregó sobre las polémicas expresiones del cantante mexicano durante una de las galas del show en vivo.

“Eso sale ahí porque está en la sociedad, pero estando ahí (en televisión) lo valida. Lo vemos en la televisión porque lo vivimos en la calle”, lamentó Torres.

La discusión entre “El Toro del Corrido” con el participante Rodrigo Romeh ocurrió debido a un enfrentamiento entre los hombres por la exreina de belleza colombiana, Ariadna Gutiérrez, pues ambos alegaron tener sentimientos amorosos por ella.

Según expuso Torres aunque se trata de una competencia televisiva por el premio de $200,000 en efectivo, el impacto de palabras como las pronunciadas por Rivera pueden llevar a normalizar la violencia machista, ya que lamentablemente, son creencias erróneas que muchas personas tienen.

“Debemos reconocer que cuando hablamos de violencia machista, siempre pensamos en golpes físicos, pero esa es solo una de las manifestaciones”, puntualizó.

“Estas manifestaciones se ven sustentadas socialmente por estas dinámicas donde hay una superioridad moral del hombre, donde dentro del imaginario, el hombre vale más que la mujer, por lo tanto, tienen derechos que la mujer no tiene”, explicó.

Pero, ¿por qué puede ser peligroso que estas expresiones se lleven a cabo en un programa televisión?

“Hay personas que lo pueden ver y entender que eso está mal…, pero ¿qué pasa con las personas que están en relaciones de violencia o piensan y perciben que esas aseveraciones o conductas son ciertas?”, cuestionó sobre las creencias de control y poder sobre la mujer. “Es bien preocupante ese tipo de aseveraciones. No sé cómo lo están manejando en el programa”.

En cuanto a la indignación que provocaron las palabras del hermano de la fenecida cantante Jenny Rivera entre los cibernautas, para Torres significa la oportunidad de crear la “incomoda conversación” y visibilizar la problemática.

“Ahí podemos tener una radiografía de estas creencias sociales y pone en develado la necesidad de seguir educando sobre la equidad de género para evitar la violencia, porque este tipo de situaciones evidencia que es un problema estructural, no individual”.

Estas lamentables situaciones controversiales que se han suscitado durante la convivencia de estos famosos dentro de la casa-estudio de Telemundo puede generar un proceso de curiosidad en el espectador, abriendo paso a la denuncia y que la sociedad comience a cuestionar.

Cabe destacar que, en varios de los enfrentamientos durante las galas, los presentadores del programa han tenido que intervenir para evitar que suba el tono de la discusión y llegue a violencia física.

Por otra parte, durante las pasadas 12 semanas de la cuarta temporada, la participación de la empresaria puertorriqueña Maripily Rivera ha sido una muy criticada por algunos de sus compañeros en la casa, debido a que se ha mostrado como una mujer fuerte, frontal y desafiante, cualidades que en hombres son calificadas como “fortalezas” y para una mujer como “atributos” en la sociedad, asevera Torres.

“Esto tiene que ver mucho con la percepción que existe de la figura masculina y cómo debe ser la figura femenina”, abundó, “sobre otra manera en la que se ve reflejada el machismo”.

La denominada “Huracán boricua” de la competencia ha estado siempre en el “ojo del huracán” precisamente por ser una mujer “sin pelos en la lengua”, sincera y líder, cualidades que, en los hombres, según explicó la experta, son admiradas y felicitadas.

“Sin embargo, a una mujer se le cataloga como histérica, agresiva, conflictiva y hasta problemática”, lamentó.

“Dentro de la construcción social y creencias que existen acerca de cómo deben ser las mujeres, pues se nos ve desde un espacio de estar calladas, ser compasivas, sumisas y pasivas. Cuando estamos en posiciones de liderazgo, tomamos decisiones y establecemos opiniones, entonces nos adjudican descripciones incomodas o violentas hacia nosotras”, culminó Torres.