¡Te compartimos la receta!
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Si juntamos a diez personas en un salón a discutir cuál es la mejor manera de preparar un grilled cheese, muy probablemente terminaremos con 11 recetas diferentes. Parecería lo más sencillo del mundo, con un nombre de un platillo que apenas pareciera incluir queso y pan. Sin embargo, hay infinitas maneras de hacerlo, distintas preferencias sobre el pan ideal, múltiples opiniones sobre el queso que no puede faltar. Pero en lo que todos estamos de acuerdo es que un grilled cheese bien hecho le alegra la mañana, la tarde, la noche y la amanecida a cualquier ser humano. Ahora, si a ese grilled cheese lo servimos con los crujientes sabores de las papitas Lay’s, la combinación perfecta estará en tus manos, ¡y en cuestión de minutos en tu boca!
Protagonista #1: El Pan
Pocas cosas son tan importantes como la selección del pan. Un buen grilled cheese TIENE que tener el pan tostado, calientito y con una corteza que cruja al meterle el diente. Idealmente, escoge un pan sabroso: pan de agua, pan sobao, pan brioche e incluso un buen sourdough.
Realmente, cualquier pan funciona bien, pero intenta seleccionar una rebanada de pan que no sea demasiado gruesa para que logres que todo se sienta crujiente uniformemente.
Personaje No Tan Secundario: La Mantequilla
Sabemos que hay aerosoles antiadherentes de todos los sabores y con ínfimos contajes calóricos. Sin embargo, recomendamos en esta ocasión, comprar mantequilla: amarilla, cremosa, salada, deliciosa.
*Truco de magia: Si le echas unas gotitas de aceite de oliva a la mantequilla cuando la estás derritiendo, no solo evitarás que se queme la mantequilla, sino que tu pan quedará aún más crujiente.
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El Debate de la Estrella: ¡El Queso!
No hay forma de lograr un buen grilled cheese con un mal queso. ¡Punto y se acabó! Para lograr tu objetivo, necesitas un queso que sea capaz de derretirse, ¿parece lógico? ¡Te sorprenderías! Quesos como el americano, el cheddar, el pepper jack, el havarti, el gruyere y el Monterey Jack son ideales para esto. Intenta conseguir un queso de baja humedad (low moisture) porque derriten mucho mejor. Si bien es cierto que el queso rallado derrite con mayor velocidad que los cortados en rebanadas, asegúrate de rallarlo tú mismo porque el que se compra ya rallado suele tener aditivos que evitan que se derrita y eso NO es lo que queremos.
¿Mayonesa?
Aunque la tradición de usar mantequilla ablandada para el exterior del sándwich es intocable, la mayonesa puede agregar una capa adicional de cremosidad y sabor saladito. Si no eres fan, no la tienes que incluir.
¿Me Pongo Creativo?
A lo mejor eres del equipo “menos es más”. De ser así: mantequilla, pan y queso te darán la satisfacción que necesitas. Pero una gran ventaja del grilled cheese es que puedes ponerte creativo sin perder la esencia. Pocas personas se quejan por añadir tocineta a casi cualquier menú. Si eres de los que aman las mezclas de dulce y salado, puedes añadir manzana o incluso tu mermelada favorita. Si te sientes gourmet, puedes añadirle chimichurri o pesto para sentirte como todo un chef.
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¿Qué necesitas?
· 5 cdas. de mantequilla salada, ablandada, dividida
· 4 rebanadas de pan de sándwich o porciones del pan de tu selección
· 2 tazas de queso rallado
Recomendamos usar una combinación de un queso que derrita y estire como el mozzarella y otro queso con un sabor más fuerte como el cheddar o el gruyere. Si no puedes escoger…¡úsalos todos!
¿Cómo hacer el mejor grilled cheese de tu vida?
1. Ralla el queso.
2. Úntale mantequilla sin miedo a ambos lados de cada pan. ¡Confía!
3. Calienta ese sartén. Coloca el pan en una sartén precalentada idealmente pesada o en una sartén antiadherente a fuego medio bajo. Déjalo tostar ligeramente solo por un minuto. Esto le dará a este lado del pan un poco más de sabor tostado y le dará al queso derretido una ventaja, porque vamos a voltear el pan ya mismito.
4. ¡Voltea sin miedo! Dale la vuelta a una rebanada de pan y luego añádele el queso sin piedad. Coloca el otro trozo de pan encima con el lado tostado caliente en contacto con el queso.
5. El truco de los tres minutos: presiona ligeramente y cocina por tres minutos hasta que la parte inferior tenga un color marrón dorado intenso. Si se está dorando demasiado rápido, retira la sartén del fuego, deja que se enfríe un poco y baja el fuego.
6. Doradito es el color: dale la vuelta con cuidado al sándwich. Cocina el otro lado por otros tres minutos hasta que esté dorado y crujiente, y (¡lo más importante!) que el queso esté bien derretido. Si no estás seguro, haz trampa y échale un vistazo rápido al centro.
7. ¡Con Lay’s es mejor! Ya tuviste varios minutos para fantasear con tu grilled cheese, ahora toca la última decisión antes de probarlo… ¿Con cuál variedad de Lay’s lo vas a servir???
En nuestra humilde opinión, ese grilled cheese se merece unas Lay’s BBQ o unas Lay’s Sour Cream & Onion. ¡Disfruta tu creación!
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