En la era digital actual, el hogar se ha convertido en un centro de conectividad, donde una multitud de dispositivos compiten por el ancho de banda de la red wifi. Desde los tradicionales smartphones y computadoras hasta las modernas smart TV y electrodomésticos inteligentes, la demanda de internet se ha disparado.

La protección del hogar es una prioridad indiscutible, y la tecnología ha respondido con recursos que ofrecen seguridad. Destacando entre ellos, la cámara de seguridad.

Este dispositivo permite a los usuarios vigilar su propiedad desde cualquier ubicación. Sin embargo, esta funcionalidad implica mantener una conexión constante a internet, lo que puede resultar en un consumo de datos más alto de lo esperado.

Según varios fabricantes de cámaras wifi, el consumo mensual de datos puede variar entre 60 GB y 400 GB. Este rango depende de varios factores, como la calidad de la imagen y el tiempo de funcionamiento del dispositivo.

Los timbres inteligentes, equipados con cámaras y otros sensores, son otro ejemplo de dispositivos que consumen internet en el hogar. Requieren una conexión estable para funcionar correctamente, con un promedio de entre 2 y 3 Mbps de ancho de banda.

Los sistemas de iluminación inteligente son otro ejemplo de dispositivos domésticos que pueden afectar tu conexión a internet, ya que pueden requerir entre 2 y 5 Mbps. Este requisito puede variar según el tiempo que permanezcan activos.

Además, es importante considerar que su funcionamiento suele estar vinculado a otros dispositivos inteligentes, como los asistentes de voz, para su contro

Disfrutar de contenido en alta definición a través de una Smart TV puede ser un placer, pero también representa una carga considerable para tu conexión a internet. La transmisión de contenido en 4K puede consumir más de 25 Mbps, especialmente si hay otros dispositivos conectados simultáneamente.

Los aficionados a los videojuegos saben que una conexión estable es esencial para disfrutar de partidas sin interrupciones. Tanto las consolas de videojuegos como las PC ‘gaming’ pueden consumir una cantidad considerable de datos, especialmente durante descargas y actualizaciones.

Según Microsoft, algunos títulos populares pueden requerir hasta 100 MB por hora de juego, lo que se traduce en un consumo mensual estimado entre 10 y 50 GB.