Aunque son dos modalidades de votación que no son nuevas en el andamiaje electoral de la isla, el voto adelantado y el voto ausente han sufrido cambios, particularmente con la aprobación del Código Electoral, en junio de 2020.

Entre las modificaciones que se han impuesto a estos mecanismos de votación, se destaca la ampliación de sus respectivas categorías para hacerlos más accesibles al elector, lo que ha generado mayor discusión pública sobre el tema.

La principal prueba de fuego de estas modalidades de voto ocurrió en las elecciones de 2020, en medio de la pandemia de COVID-19.

En los pasados comicios, el voto adelantado y el ausente fueron protagonistas y experimentaron un alza sin precedentes que, según la presidenta alterna de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), Jessika Padilla Rivera, continuará y se manifestará en las primarias locales de junio y en las elecciones generales del 5 de noviembre.

A modo de ejemplo, en las primarias de 2016, hubo, en la unidad especial 77 de voto adelantado y ausente, 5,068 papeletas del Partido Nuevo Progresista (PNP), de un total de 472,509 personas que votaron en la elección interna. Mientras, en el Partido Popular Democrático (PPD), 475 electores usaron este mecanismo, de un total de 161,602 votantes para ese evento.

Mientras, según los datos de depuración de listas de las elecciones generales de 2016, en ese entonces 21,781 electores votaron adelantado y ausente.

Las cifras contrastan con la avalancha de votos ausente y adelantado que se produjo en las primarias y las elecciones de 2020. En este último evento electoral, hubo 210,896 electores usando el voto adelantado o el ausente. El desglose detalla que 201,504 fueron voto adelantado, 5,413 ausente y 3,979 de confinados.

En tanto, para las primarias de 2020, se contabilizaron 19,051 papeletas del PNP, de un total de 297,998 personas que votaron en la elección interna. En el PPD, 10,779 electores usaron este mecanismo, de un total de 218,900.

La Junta Administrativa de Voto Ausente y de Voto Adelantado (JAVAA) es el organismo de la CEE que, mediante un “balance institucional”, administra el proceso de solicitud, votación y adjudicación de los votos ausentes y adelantados. Los dos requisitos principales para solicitar el voto adelantado o el ausente son estar domiciliado en Puerto Rico y permanecer activo en el Registro General de Elector, que cierra este sábado.

A ningún elector que solicite este tipo de votación “se le podrá cuestionar, interrogar y tampoco requerir documentos o certificaciones de ningún tipo”, lee el Código Electoral. Solo se le pedirá “evidencia documental” cuando se confirme que la afirmación hecha por el elector en su solicitud es falsa o incorrecta.

Además, no se aceptan solicitudes agrupadas, y cada petición tiene una afirmación que es un juramento de la persona de que cumple con cada uno de los requisitos. A su vez, añade la ley que al elector se le identifica en el registro como un votante ausente o adelantado “y, bajo ninguna circunstancia o alegación, se le permitirá votar en el colegio”.

A continuación, las características y requisitos que rigen estas dos modalidades de votación, de acuerdo con el estatuto que regula las elecciones: