Desde que firmó un contrato de $154 millones con Los Angeles Lakers, luego de 11 temporadas con Cleveland Cavaliers, en dos oportunidades, y cuatro con Miami Heat, enseguida pensé que LeBron James, considerado todavía el mejor jugador del mundo a los 33 años, tendría que esforzarse más que antaño porque debuta en el Oeste, considerada una división más fuerte que el Este en los últimos tiempos.