La exdecana de Asuntos Académicos de la UPR en Río Piedras, Sonia Balet, reflexiona sobre interpretaciones erradas en torno a la política de convivencia en la Universidad
La exdecana de Asuntos Académicos de la UPR en Río Piedras, Sonia Balet, reflexiona sobre interpretaciones erradas en torno a la política de convivencia en la Universidad
Una Universidad abierta permite la elaboración de propuestas ante la crisis fiscal a la que se enfrenta el País, y por ende la Universidad; y abre un espacio de reflexión importante sobre las políticas que enmarcan las decisiones en torno a esa realidad. La Política sobre la Convivencia (Certificación Núm. 38, 2015- 2016 de la Junta de Gobierno de la UPR) es una directriz que amerita reflexión. Su interpretación violenta los objetivos generales y específicos que persigue y, contrario a su intención, conduce a una cultura que amenaza los derechos de la mayoría de los universitarios. De hecho, su implantación contradice los conceptos fundamentales que trata de promulgar: la convivencia universitaria. Desde el inicio de su implantación, protege a las personas en huelga, pero no a los que interesan continuar sus labores. Nuestro País vive un engaño si cree que la Política de Convivencia conduce a un ambiente de paz en la universidad.
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