Al cumplir 44 años en la vida sacerdotal, Monseñor Efraín Rodríguez Otero reflexiona sobre la necesidad de ser proactivo en la defensa del bien común de los puertorriqueños
Al cumplir 44 años en la vida sacerdotal, Monseñor Efraín Rodríguez Otero reflexiona sobre la necesidad de ser proactivo en la defensa del bien común de los puertorriqueños
Cuando en junio de 1966 decidí irme al seminario, entendiendo que esa era la vocación a la que fui llamado, hubo opiniones de todo tipo. Las más común fue: “¡que Caín se metió a cura!”, entre otras por el estilo. Sabía que en nuestra isla había mucho que hacer y me di cuenta que, desde la Iglesia Católica, podía aportar al bien y al crecimiento del pueblo.
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