En toda campaña electoral se cuaja el “granito de arroz” que inclina la balanza. ¿Quién no recuerda el momento cuando Pedro Roselló, durante debate de la contienda electoral de 2004, comparó a Aníbal Acevedo con un alacrán? Desde ese preciso instante el arácnido tomó control. Activó sus palancas puntiagudas y el primero en picar fue, precisamente, al que lo espoleó. Y en la carrera de 2012, ¿quién duda que la aspiración de Luis Fortuño a un segundo término para la gobernación descocotó ante Alejandro García, por su obstinación de imponer la malmirada Ley 7? Fue así como errores tácticos y de juicio revirtieron en armas para la oposición y, por ende, en terroríficas pesadillas para los dos líderes novoprogresistas.
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Granitos
La escritora Lydia Ayala comenta sobre cómo algunas decisiones políticas o propuestas de campañas, al no sostenerse se convierten en los granitos que inclinan la balanza en los comicios electorales.