A veces el ingenio retórico deserta de nosotros, sobre todo cuando sentimos esa terrible impotencia ante la pregunta, ¿qué hacer con lo sabido? Me la hizo una estudiante cuando discutíamos sobre el poder despótico de las farmacéuticas y la indolencia de la clase gobernante. La respuesta no admite juego de palabras, porque lo que está en juego es la vida, y la vida no es juego, aunque la vivamos jugando.
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Biopolítica
Convengamos que la salud es derecho vital y no un privilegio a merced de “bullies” capitalistas. Pero sería letra muerta si no lo hacemos valer y protegemos con uñas y dientes.